sábado, 17 de diciembre de 2011

Steve Jobs NO es mi ídolo


Empecé hace unas semanas a leer la biografía de Steve Jobs (ese súperbesteller) para conocer más de la vida del que –suponía- era un ídolo mío. 630 páginas después puedo compartir algunas conclusiones y puntos de vistas nuevos (para mí), algunos de los cuales fueron debatidos durante un caluroso asado el fin de semana pasado.

  • La vida de Steve Jobs es más conocida que la de muchas otras celebridades. Sin ser un fanático del fundador de la manzanita conocía casi todas las anécdotas y momentos de su vida. Leer la historia fue entonces como volver a ver una película que ya había visto pero con más atención a los detalles.

  • Sigo queriendo tener todos los productos de Apple. Desde el más básico iPod Shuffle hasta la MacBook Pro más cara.

  • Steve Jobs no fue un inventor. En el libro el autor lo define como un revolucionario. La palabra inventor le queda grande. Empresario le queda chica. Revolucionario es correcta a veces, pero a veces exagerada.

  • Aunque él renegara de ello, su versión más exitosa fue la de empresario.

  • Fue un genio, pero también un loco y un sorete de persona. Mucha gente da testimonio de esto.

  • Era muy difícil trabajar con Jobs o hacer negocios con él. Su omnipotencia, egocentrismo y el famoso reality distorsion field no creo que lo hayan hecho mejor empresario, si no que eran el lado B de su faceta genial. No podría considerar ídolo a un tipo que coleccionó muchos episodios condenables en su historia personal y profesional.

  • Mi ídolo no es Steve Jobs, sino su colega y exsocio Woz.

  • 2 comentarios:

    Anónimo dijo...

    Cuando se murió me di cuenta de que era un ídolo para mucha gente en todo el mundo. Y que las razones por lo cual lo consideran un genio son absolutamente materialistas. Él decía que quería cambiar el mundo, pero todo el cambio era hacia afuera.

    Anónimo dijo...

    Esta bueno poner un titulo y desarrollarlo con coherencia.
    Lo hace parecer inapelable e indiscutible.Pero en el caluroso asado nadie hablo de idolatria sino de hacer la diferencia en tu trabajo y llevarlo a donde nadie llegó.
    Empiezo a creer que fueron dialogos Individuales donde cada uno quizo expresar algo distinto sin importar el mensaje del otro. Y todo culpa de la CERVEZA!