jueves, 5 de enero de 2012

Cameron Crowe es mi ídolo

A principios de 2001, cuando estudiaba, era joven y todavía tenía ganas de cambiar el mundo se estrenó Casi Famosos. Para los que no la vieron es la historia de un adolescente prodigio que sale de gira con su banda de rock favorita y cubre el tour para la Rolling Stone. Flasheé. Había visto Jerry Maguire dos años antes sin mucho interés. La volví a ver y me gustó más. Más tarde ví Vanilla Sky y también me encantó. Y unos años después, también vi Elizabethtown, un bodrio que todos criticaron pero yo disfruté. En el medio, leí casi todo lo que Crowe publicó en sus épocas de cronista y de escritor.
Lo que me gusta de las historias de Cameron Crowe (él escribe el guión de todas sus películas) es el punto de vista desde el cual se encara la narración, que es generalmente recurrente. El del personaje principal, un héroe-antihéroe que quiere con mucha ingenuidad cambiar el mundo. En Jerry Maguire, revelándose contra las grandes corporaciones, en Casi Famosos, rescatando la esencia del rock –la música-; en Vanilla Sky, dejando de lado la mezquindad y volviendo a las fuentes de la vida (aún estando muerto); y en Elizabethtown escapando de ese mundo ambicioso que le había dado la espalda cuando el personaje fracasó y salvándolo del suicidio. A pesar de esa gran ingenuidad, los personajes, generalmente, consiguen cambiar el mundo (o, al menos, su mundo). En ese choque de fuerzas que motorizan la historia la que triunfa al final es la del más débil, la de nuestro héroe. Todo eso, maquillado con una buena selección musical, personajes y espacios bien americanos y diálogos inteligentes.
Hace dos semanas, hice tiempo finalmente para poder ver Twenty, el documental en el cual cuenta la historia de los primeros 20 años de Pearl Jam, una de mis bandas favoritas. Fue raro, porque lo vi por partes, entrecortado y sin la atención que se merecía. Crowe es amigo de los Pearl Jam desde sus comienzos y se involucra personalmente en la trama a través de las entrevistas. Conocía bastante bien la historia de la banda pero pude descubrir algunos aspectos nuevos de su música, conocer mejor la escena de Seattle de principios de los 90 y entender mejor la supuesta rivalidad de Pearl Jam con Nirvana. Pero sobre todo encontré de nuevo, aun siendo un documental, esa mirada particular y esa trascendentalidad del héroe ingenuo que quiere cambiar el mundo. Esta vez, con la música como bandera y por el camino incorrecto. Y lo consigue.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Elisabeth Town es buenísima! Nunca entendí porque a la gente no le gusta.

JLL dijo...

Yo también lo banco a Cameron, aunque Casi famosos es muy superior al resto de sus películas.
Te olvidaste de destacar que la música de sus películas siempre está muy buena.
Te tengo que pasar una de sus primeras, Fast Times At Ridgemont High, con un adolescente Sean Penn de protagonista

unmigone dijo...

Me gustó Elizabethtown. Tiene buenos momentos y personajes. Como el del funeral, gran escena.
No vi Fast Times... pero sí un documental de E sobre la pelicula. Está Sean Penn pero también otros actores que recién arrancaban como Nicholas Cage. Para escribir el libro, Cameron se anotó en el colegio de nuevo y cursó como un estudiante encubierto para sacar el material para la historia.