jueves, 22 de agosto de 2013

Prison Break


Esta semana se está volviendo a hablar mucho de Prison Break a través de dos noticias inconexas:
1. Escandalosa fuga de 13 presos de alta peligrosidad en Ezeiza
2. Wentworth Miller, protagonista de Prison Break, reveló que es gay
Pero no estoy viendo notas sobre la cuestión más importante:
¿Cómo puede ser que una serie que empezó tan bien haya terminado tal mal?
Y por mal no me refiero al final de la historia, sino a la calidad de la producción. Se fue por un precipicio indignante en las últimas temporadas. Tuvo una primera temporada excelente (la fuga) y una segunda muy buena (persecución por todo Estados Unidos) y de ahí fue todo cuesta abajo. Lo de Panamá, Sylla, The Company, la madre, todo demasiado ridículamente ridículo. ¿Por qué? ¿Fue necesario a matar tanta gente (un gobernador y un presidente, incluso) para eso?
Nunca hablé de Prison Break acá así que ahí va mi catarsis.
Lo que rescato de la serie es la premisa, que por suerte fue sostenida hasta el final. ¿Hasta dónde es capaz de llegar una persona para salvar a su hermano querido e inocente? La respuesta, un poco predecible llegó al final de la serie (spoiler): hasta la propia muerte. Pero el hermano se salvó. Algo así veo que puede repetirse en Breaking Bad. Muerte con redención.

No hay comentarios: