lunes, 30 de septiembre de 2013

Breaking Bad: gracias Walt, chau

Terminó Breaking Bad. Y me gustó mucho el final. Estuvo a la altura de mis expectativas y Walt se dedicó a hacer casi todo lo que quería que hiciera (Los que vienen son todos spoilers):
Encontró una manera de dejarles el dinero a sus hijos y a la vez le dio a Elliot y Gretchen un pequeño merecido.
Se pudo despedir de Skyler y Holly y obtener una última mirada anhelante a Walt Jr.
Le dio algo de paz a Marie y la familia de Steve Gómez dejando las coordenadas (vía Quini 6) dónde estaban los cuerpos.
Pudo matar a toda la pandilla de Jack, con el mismo conocimiento científico/mecánico que le ayudó a sacar fuera a todos sus grandes alcaparras en el pasado: la bomba silla de ruedas, el tema con el imán, el gran robo del tren, la receta perfecta de la meth.
Le dio a Jesse la oportunidad de matar a Todd y de negarse a matarlo a él. Por primera vez en la serie no lo manipuló.
Se encargó también de Lydia dosificando la Stevia con ricina.
Y le dejó a los federales nada más que un cuerpo y -supongo- muchas preguntas.
A diferencia de lo que me pasó con el último episodio de Lost o de Los Soprano, la serie de Heisenberg terminó como tenía que terminar: mal. Y lo que supuse en Agosto se cumplió a medias. Jesse, sobrevivió (merecido). Hank fue ejecutado en un tiro de gracia que sinceramente no esperaba. Y Walt, murió como sí me imaginaba que iba a pasar, atando todos los cabos sueltos. Tuve miedo hasta último momento de lo que pasaría con Jesse. Me quedé con ganas de ver un poco más. Me gustó mucho toda la estética y temática Western que tuvo el episodio final (y otros, como la gran escena del robo del tren). Llegué tarde a BB y me subí. Lo disfruté bastante, a la luz del monitor de la laptop, viéndolo solo muchas veces, algunas madrugadas cualquiera. Gracias.

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