martes, 14 de octubre de 2014

Mi pequeña princesa

Si pudiera, me quedaría observándote durmiendo toda la noche, abrazada a la frazada rosa y sosteniendo el perro de peluche.
Un año puede ser una eternidad y un instante, las dos cosas. A veces, parece que fue ayer la madrugada de ese domingo inmóvil en el cual partimos caminando al sanatorio que quedaba a la vuelta de casa. Otros días recuerdo todo lo que hemos pasado durante todo este tiempo, y es mucho. Mudanzas, vacaciones, dientes, médicos, comidas, aplausos, enfermedades (pocas), golpes (algunos), mamaderas, pañales. Todo en perfecta armonía. Y hasta un día, mientras Mamá se recuperaba de una operación, descubrimos que estabas dando tus primeros reales primeros pasos. ¡Tan pronto! Y ahora también balbuceas unos sonidos similares a palabras. ¿Decís “agua” igual que Pedro?”
Qué suerte que tenemos de tenerte.

¡Feliz primer cumpleaños!

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